Detrás de esta foto hay toda una operación de infraestructura montada al milímetro para poder obtener los resultados que véis. Y es que montarse en casa un mini estudio no es nada fácil, os cuento. Lo primero comentaros que para esta foto (bueno más bien serie de fotos, porque disparé un montón) no he utilizado ningún elemento de iluminación extra, salvo la luz de la ventana que entraba esa mañana por el salón de mi casa y mi flash Canon Spedlite 430EX.
Lo primero que tuve que hacer es despejar lo suficiente el salón como para poder extender el fondo blanco que véis, que cubre la trasera del sofá y obtener el espacio necesario para tumbarme yo en el suelo y tumbar también a Marta. Con las persianas subidas hasta arriba y las cortinas hechadas para que hicieran de difusoras de la luz, me lié a disparar a diestro y siniestro entre baba y baba, algún cogotón que otro y miles de tomas con la cabeza gacha. Por su puesto que llevaba el flash montado para utilizarlo como luz de relleno rebotandolo en el fondo. Después de esto un poco de niveles, enfoque y saturación en photoshop y listo, foto guapa de estudio al canto.
La próxima vez ya utilizaré el kit de iluminación para iniciación que he comprado y ya no tendré que depender de lo soleado que esté el día. Y esto es todo, hasta la próxima.
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