sábado, 31 de julio de 2010

TRADICIONES FAMILIARES

 
EL LAMENTO DEL ACORDEÓN
El lamento viene con el viento 
vestido de acordeón
y llora cada nota en reposo
o cuando se estremece  el corazón.

¡Ay!, cómo llora el acordeón en sus manos,
se turba la noche, se enfada el día
y la montaña pierde su equilibrio;
es un eco tan sublime
que viene de los confines del mar.

Cada melodía es una historia,
esta historia, una lágrima
y cada lágrima un hueco en el corazón.
¡Ay, corazón!,
corazón de mis silencios y mis alientos
reposados en la gaviota del adiós.

Dolió tu partida  al son del tambor,
del “wiro”,  la caja y la armónica.
Ellos, junto al acordeón de tus sueños,
guardan un espacio que esparce
tu esencia en mi memoria.

Yo sin ti… yo sin ti soy
lo que este acordeón es
sin el viento de tus besos.

¡Ay!, Cómo llora el acordeón…
sin tus manos, sin tu canto.
(poema de Dina Luz Pardo Olaya)

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